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Desde el Ministerio de Salud Pública se recuerda a la población la importancia de desinfectar y limpiar -al menos dos veces al año- los tanques de agua potable y las cisternas. Este procedimiento debe realizarse para evitar la acumulación de residuos contaminantes que favorecen el nacimiento de bacterias que afectan a la salud.
Cuando no se realiza el aseo pertinente en los tanques, el recipiente es propenso a acumular larvas y microbios generadores de enfermedades gastrointestinales, afecciones digestivas, perjudicando así el bienestar de las personas que tienen contacto con el agua almacenada en el tanque.
El programa de Bromatología del Ministerio de Salud Pública y la compañía Aguas del Norte recomiendan, para la limpieza y desinfección de tanques, emplear los siguientes pasos:
·Cierre la llave de ingreso al tanque y la válvula de la cañería de salida. Vacíelo hasta quedar con –aproximadamente- 15 centímetros de agua.
·Limpie en su totalidad con ayuda de un cepillo o escoba de plástico. Solo use agua.
·Desagote el tanque completamente por la válvula de limpieza. Retire los restos que pudieran estar depositados en el fondo. Enjuague varias veces.
·Llene el tanque hasta la mitad con agua. Agregue por cada mil litros de agua, 2 litros de lavandina concentrada. Luego, complete el llenado del mismo.
·Una vez lleno el tanque, deje actuar la lavandina –como mínimo- 3 horas.
·Elimine el agua por la válvula de salida y nuevamente llene y vacíe el tanque. Esta agua no debe ser bebida ni utilizada para la higiene personal.
·Cargue el tanque y póngalo en servicio.
·Recuerde que su tanque deberá tener una tapa para evitar el ingreso de elementos contaminantes.
